(Dir: Rob Letterman – WB Pictures/The Pokémon Company)

O… “La review que nunca pensé que haría”.

Por:Sydney Pagliari

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Review SIN SPOILERS

Ah… Detective Pikachu: Un día salió el tráiler y, nadie tuvo o tenía fe en esta película, NADIE, así sea una declaración bastante generalizada; o al menos quizá solo la tenían aquellos fans de la franquicia que nunca crecieron, aquellos coleccionistas acérrimos o los que aún juegan los juegos y siguen la serie. Hace poco más de un año cuando anunciaron el desarrollo de este film, y dijeron que iba a estar basado en el “exitoso” juego de Nintendo DS, con un Pikachu parlante como protagonista, suspiré y rogué a los dioses que nos mandaran un castigo por hacernos sufrir de semejante manera con estos rellenos de taquilla destinados al fracaso y más viniendo del director de “Goosebumps (Escalofríos)”.

Luego, anunciaron que Ryan Reynolds sería la voz de Pikachu e imagen del film, y el mundo, justo como con Daenerys Targaryen, sostuvo el aliento… a este film solo le podían pasar dos cosas: o pasaba sin pena ni gloria, o sería el boom sorpresa del verano.

Pero ¡Qué bonito es equivocarse! Esta producción tuvo una estrategia de marketing tan bien elaborada, discreta y a la vez explosiva a cargo del mismísimo Ryan que no hizo sino aumentar el “hype” (emoción/expectativa) por su estreno, deseando que llegara luego del inminente y triste vacío que “Avengers: Endgame” dejara en nuestros corazones. Este genio moderno del sarcasmo hizo de todo en su canal de YouTube: desde entrevistas falsas del detrás de cámaras, hasta “liberar” la película casi una semana antes del estreno, engañando a medio internet (yo, incluido) con 1 hora 44 minutos de Pikachu bailando aerobics, emulando a un famoso sketch de Key & Peele con millones de visitas en la mencionada red social.

¡Aquí tienes un adelanto a ver si te motivas a verla!

Ayer fui a verla, porque mi niño interior lo necesitaba. Un film aparentemente tonto y destinado al inminente fracaso comercial y de crítica que, me abofeteó en la cara demostrando ser TODO lo contrario. Advierto: NO es una película perfecta, NO es la mejor del año por mucho, NO es profunda, pero… es un film familiar de relaciones interpersonales, padres e hijos y una aventura llena de comedia simple pero elegante y eyaculaciones de fan service  en la cara, literal, nuca había señalado tanto a la pantalla diciendo “¡es un Growlthie!”, “¡Awwww mira a Jigglypuff!”,”¡Noooo Mewtwo no es malo, noooo!”.

¿Lo increíble? NO HABÍAN NIÑOS EN LA SALA, es serio. Éramos todos adultos millenials en sus 25-30’s, de esos que crecimos con el ánime y jugamos las versiones en Gameboy Color de “Pokémon: Red and Blue” e incluso la “Crystal Versión” (la última que jugué en esa consola) y parimos derrotando a la liga Pokémon y a Giovanni y su estúpido Nidoqueen de nivel 90.

Review Pokémon Detective Pikachu
Hay una gran variedad de Pokémons en el film de varias generaciones.

No voy a extenderme en la narrativa, porque no la hay, o al menos, no la considero un punto relevante ni profundo. Pero si me tomo la libertad de advertirte algo, como dije antes: NO es un film de batallas Pokémon o de “ser siempre el mejor”, es una historia de misterios, una aventura por descubrir la verdad y, en el camino y alrededor, hay Pokémons, no obstante… no decepciona.

¿Ya viste el trailer de Maléfica 2: Dueña del mal?

El apartado visual es digno de una producción de Hollywood, pero sin exagerar: Ryme City es una ciudad hermosa, coherente y construida de una manera que te hace desear  estar ahí, y a eso yo lo llamo Worldbuilding: creación cohesiva de un universo y sus bases culturales, algo indispensable al momento de escribir o dirigir ficción, para aumentar así el “pacto ficcional” film-espectador y asegurar el éxito de la historia y de sus personajes.

La fotografía es bastante decente, no destacable del todo, pero cuenta con planos bien elegidos y simples para una fácil lectura visual. Destaco la paleta de colores elegida para los distintos escenarios y personajes, cada humano y su Pokémon posee una sinergia singular, y eso se demuestra en la colorimetría, decorados y vestuarios, con un diseño futurista pero sin salir de la vanguardia moderna.

El CGI es pulcro, así como el diseño de cada maldito e infeliz Pokémon. Cada uno fue trabajado con amor del bueno, contando con asesores expertos que según, estuvieron presentes en momentos claves de la producción, con actores y animadores digitales por igual.

Punto álgido del film:

Mewtwo: ¿Lo recuerdan? Era el hijo de puta que odiábamos en el juego y amábamos en el primer film animado, un Pokémon clonado del original Mew, que hace su aparición en grandes momentos de la trama y nos hace babear con su voz, diseño y animación.

Pikachu: Es el auténtico protagonista aquí. Tiene peso, carisma, hace que te importe lo que le pasa, es gracioso y su diseño, texturas y animación son de antología, es como una versión miniaturizada de Ryan/Deadpool, literal.

Psyduck: Es el comedy relief del film, en la serie lo odiaba, pero creo que quiero uno ahora.

Mi niño interior: Hay momentos en los que solo estaba atento al soundtrack y tarareaba las canciones clásicas de la serie. Ver la pokéball en acción, lo que hacían otros pokémons de fondo, reírme con Mr. Mime… fue muy lindo descubrir y reafirmar la existencia de mi niño interior y sentirme orgulloso de ello.

Puntos asquerosos, porque los hay:

  • No hay batallas Pokémon. Y esto si bien a mí me vale un racimo de vergas pues sabía que no las habría, podría decepcionar a más de uno, pues es una historia lejos del mundo de peleas, capturas y gimnasios Pokémon.
  • La trama es predecible. Pero coño, tampoco es que es un film indie de Sundance.
  • Hay muchísimos errores de continuidad y lógica evidentes, particularmente en dos secuencias importantes que, al verlas se darán cuenta: personajes que llegan milagrosamente a sitios a kilómetros de distancia o “Deus Ex Machinas” que aparecen de la nada y porque si para salvar una situación.
  • Las actuaciones de los protagonistas, salvando a Ryan Reynolds y Bill Nighy son patéticas, tienen mucho peso y screen time y… vulgarmente, no la dan. Son forzados y sobreactuados en especial Justice Smith y Kathryn Newton que terminan sus personajes con un posible romance interracial forzado que… osea, no.
  • El final/resolución argumental de los protagonistas y el misterio de su padre. Si bien es un mensaje poderoso a las audiencias, se siente forzado pues… no “explican” algo en particular que sabrán cuando la vean, solo te lo tiran en la cara, pero aun así es un momento lindo. Aunque en esta época de hipersensibilidad y gente “progress”, ¿Qué no es forzado?

Pokémon: Detective Pikachu bebe de la fuente de su material original para ofrecer un producto comercial de calidad, que puede convertirse fácilmente en la “mejor” película basada en un ánime o videojuego hasta ahora (con el perdón de mi criterio para Tomb Raider del 2018), brindando momentos divertidos y dejando un buen sabor de boca, tomándose en serio el amor de muchos por esta saga, respetando la cultura japonesa y los años invertidos en este gran universo lleno de batallas, esclavitud animal, Poke-enfermeras sexys y merchandising a raudales.

Sin duda, la mayor sorpresa del año. Vayan a verla sin mucho criterio cinematográfico, solo a divertirse, a veces es bueno solo “ver” algo sin buscarle los pelos y lunares y ésta, es la película perfecta para ello.

Veredicto final: 7.3 de 10.