(2019 / Dir: Chad Stahelski. Lionsgate)

(Si a mí me tocan a mi perrito también los jodo).

Por:Sydney Pagliari

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Llegó John Wick 3: Parabellum. Este tipo de franquicias no son mi tipo de cine. Detesto las sagas mediocres que estiran como chicle hasta sacarle el alma, perder su identidad y provocar odio en la audiencia durante el camino como, por ejemplo, “Resident Evil” y “Fast and The Furious”. Y al ver la primera y luego la segunda parte de esta saga, pensé que ese sería el caso.

No obstante, me arriesgué a verla en el cine directamente, y no esperar a que esté disponible en mi app de pelis piratongas de confianza, pues considero que los primeros capítulos de esta saga han sido un hito en el rubro del cine de acción y que, Keanu, un actor formidable y con un extraño y misterioso carisma, junto a los escritores (ojala ellos hubieran escrito la temporada final de GoT) han hecho de John un personaje “relatable” (inglés para “empático” o “relacionable” si se quiere decir) y del que la verdad no nos hemos cansado hasta ahora.

La película (bastante larga para un film de acción: 2h 10m) nos sitúa apenas unos minutos después de lo acontecido en el acto final del capítulo anterior, justo luego de la hora de gracia que el gerente del hotel Continental le otorgara a John para que escapase luego del asesinato de Santino dentro de las sagradas instalaciones del hotel-santuario.

Los primeros 5 minutos pagan el maldito ticket: una secuencia prolongada de escape por New York en donde “JW” es perseguido hasta por testigos de Jehová para matarlo. Una serie de peleas para nada tontas perfectamente coreografiadas con un sutil dejo de humor entre golpe y golpe que hacen que dichas situaciones parezcan reales.

John Wick 3: Parabellum
Pelea hasta en un fuc**** caballo, contra unos ninjas en moto.

Y es que JW es capaz de matarte con una seda dental y una salchicha y en este film, ese concepto es elevado a la N potencia.

Argumento y guion:

El argumento es entonces aparentemente simple, pues es una expansión aún más elevada de lo que el segundo film hizo, transformando el universo de JW en una posible y predecible franquicia con múltiples personajes secundarios interesantes que prometen mucho dentro de este pacto ficcional.

El film no tiene un villano visible y latente, es una amenaza constante la que persigue a JW, una frase, una palabra ligada a promesas del pasado y otras por cobrar: “Consecuencias”, y ellas quieras o no, te alcanzan como la 3ª ley de Newton… acción y reacción.

Aquí es algo llamado “The High Table” quien descubrimos controla prácticamente el mundo como Masones y no sabemos quiénes son, pero se sienten, sentimos su poder, sabemos que vencerlos no será fácil y eso, aparte de los geniales one-liners (frases únicas y comúnmente graciosas o cool) de cada personaje hacen de este guion algo simple y único pues los diálogos, están cuidados con recelo asombroso, y se nota en cada performance y sílaba que exhala cada actor. Además de que el hilo conductivo es imparable, es lineal pero impredecible, a excepción de las peleas en las que eventualmente sabes que JW saldrá victorioso pero, ¡ese es el punto! ¿No? No que gane, o triunfe, sino como lo hará. Y JW te importa, sientes empatía por él, te da curiosidad su backstory, como llegó ahí a ser quien es y, en este film… vaya que dan pistas increíbles de la profundidad y pasado de este personaje, pero… sin revelar nada aún.

Y crean algo: esto va más allá de la muerte de un perritu o del robo de su auto favorito. Eso nos hizo creer por dos films.

Incluso los personajes secundarios importan, destacando a Sofía (Halle Berry) quien se roba literalmente el show y parece que por un momento olvidamos que existe JW, y queremos ver más de ella y de su increíble química con Keanu.

Laurence Fishburne, Angelica Huston, así como Ian McShane que repite como el gerente del Continental, pero coño… todo lo que él hace es genial, de verdad, ni siquiera hablaré de él. El nigga asesor del hotel, el japonés Naruto/Samurai X/Lex Luthor “Jefe-Final” del film, la “Adjudicadora” fastidiosa que persigue a todo el mundo como ex novia insufrible… TOD@S tienen su momento de brillar.

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El apartado técnico:

El solo imaginar cuantos ensayos del equipo de cámaras hicieron para aprenderse todo y ser capaces de prevenir cada golpe y disparo, me hace llorar de la empatía. Esta vez, la cámara te lleva más allá de la secuencia y te sumerge en ella, siendo capaces de ver cada maldito golpe y escuchar cada hueso quebrarse.

Cada escena, decorado o set están cuidados de una manera en la que me preguntaba ¿Eso es real? ¿Cómo metieron la cámara ahí? ¿Eso lo arreglaron en post-producción? ¿Really?

Pero, para terminar, pues no quiero spoilear la historia, destaco dos cosas que jamás he resaltado en ningún film hasta ahora: el trabajo de los stunts (dobles/extras), el trabajo con las armas de fuego y blancas, la coreografía de cada lucha y el trabajo de entrenamiento con los animales. Estos perros, unos pastores “Belgas” (no sé de qué nacionalidad eran pero eran la “Verga”) los de Sofía, SON LOS HIJUEPUTAS PERROS más útiles de la historia del cine con el perdón de los perritos del trineo de “Balto”, el de JW es solo lindo, no hace nada y eso que es un pitbull.

John Wick 3: Parabellum
Admítelo, tu también matarías a quien toque a tu perritu.

John Wick 3: Parabellum” es más que una peli de pataditas, es una danza de cuerpos en la lucha por demostrar quien vive al final, es la búsqueda de la libertad de un hombre que sólo busca recordar lo que es amar, que le han arrebatado todo y que solo quiere que lo dejen en paz como su perritu (y que, por cierto tiene un MUY buen gusto para decorar casas). Se trata del tercer capítulo en una saga que apenas se está expandiendo y de la que, probablemente seguiremos viendo mucho más que pelis ya verán: videojuegos, series, spinoffs, ripoffs, precuelas, secuelas, obra de Broadway, reality show, marca de papitas, parodia porno y más.

P.S.: hay un momento de fanservice hacia “The Matrix” para nada sutil en el tercer acto del film, y muchos en la sala susurraron alegres por ello. Necesitamos una secuela de Matrix, plis.

Conclusión:

  1. JW es tremendo decorador de interiores.
  2. Los pitbulls pueden ser realmente inútiles.
  3. Ya muero por ver “John Wick: El musical”.
  4. Si JW te puede matar con un libro… ¿Podría con una revista de “Atalaya”? (Sin leértela, solo pegándote con ella).

Vale la pena ir a verla.

John Wick 3: ParabellumVeredicto final: 8.9 de 10.