Un pedazo de Caracas le puso diversión a la noche sabatina de Santiago de Chile. Los Amigos Invisibles regresaron a la ciudad para reencontrarse con sus fanáticos venezolanos y chilenos. Acompañados de la banda mexicana La Garfield, le pusieron la guinda al pastel en su presentación en el Teatro Coliseo.

Sus éxitos como “Vecina”, “Ponerte en 4”, “Disco anal”, “Cuchi Cuchi”, “Mentiras” y “La que me gusta”, fueron de los más coreados por los asistentes. 

Durante dos horas, Julio interactuó con el público como él bien sabe hacerlo. Con jeans, lentes oscuros y su acostumbrado sombrero ala ancha, que a mitad del espectáculo voló en el escenario.

A su mano derecha, el ‘Catire Torres’, con una guayabera oscura y flores blancas. ‘Mamel’ al fondo, en su batería. Que, por cierto, al terminar la presentación de la banda telonera, él mismo salió a armar sus platos, pasando casi desapercibido entre los técnicos que preparaban el escenario.

Un “invitado” especial le dio el prestigio que le faltaba al evento. “El de la casa” Cristian Sol Moraga Farías, mejor conocido como C-Funk, que acompañó en la guitarra a los Amigos Invisibles en Buenos Aires y en esta presentación en Santiago. “Chulius” le dedicó la presentación a él.

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Una pausa en la presentación fue el momento exacto para que Julio dedicara unas sentidas palabras a la comunidad venezolana que migró a Chile, a raíz de la crisis humanitaria por la que atraviesa Venezuela.

«Respetemos las leyes de Chile, agradeciéndoles por recibirnos aquí. Cuando la situación de mierda en Venezuela cambie, nos llevamos a los chilenos, porque Venezuela es muy de pinga», siendo estruendoso el aplauso de los asistentes.

“El mundo necesita burda, bastante cuchi cuchi, porque todo es pura violencia, todo el mundo está loco. Entonces, mas cuchi cuchi, menos violencia y más cuchi cuchi, pero de la puerta pa’ adentro pues, como decían las abuelas de uno”, dijo previamente a tocar su hit “cuchi cuchi”.

La noche fría de invierno en Santiago desapareció. El público acompañó en todo momento a Los Amigos Invisibles, que durante la presentación recordó al Mar Caribe y a su música, hasta con sus instrumentos, como maracas, timbales, bongos, pandereta, cencerros y el güiro.

Al despedir el concierto, los Amigos Invisibles muy visibles tuvieron que volver al escenario, pues los asistentes pedían a gritos “otra, otra” y regresaron con su hit “La que me gusta”. Luego, Chulius hizo prometer a los asistentes que tocarían otra, si “hacían un baile loco” lo que evidentemente, todos cumplieron.