La edición 71° de los premios Emmy dejó nostalgia por algunas series que ya no estarán más, pero abrió nuevas puertas a esas series que se están produciendo en este momento y que no puedes dejar de ver.
Fleabag

La primera de ellas es «Fleabag», una de las dos series más galardonadas durante la noche, producción de Amazon Prime Video.
Esta te atrapará desde el primer capitulo, con su tono radicalmente ácido y lujurioso, hasta sus argumentos de una naturalidad solo comparable a la volada mental que tiene su creadora y protagonista, Phoebe Waller-Bridge, una de las mujeres más creativas que tiene la industria en este momento.
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Pero si tuviéramos que quedarnos con una, sería esa capacidad inaudita para que todas las escenas y todos los diálogos descoloquen al espectador, que no puede hacer más que encantarse o morirse de vergüenza ajena ante las andanzas de esta chica aparentemente normal que es todo menos eso.
Los capítulos son cortos, así que es una opción perfecta para maratonearte sus dos temporadas seguidas.
Fuga en Dannemora

Esta producción de Movistar Plus trata de un drama carcelario con una verosimilitud inquebrantable sobre un suceso basado en hechos reales y más reciente de lo que pueda parecer incluso por la estética.
La fuga de dos presos en 2015 de una cárcel de máxima seguridad, fraguada gracias a la participación de una funcionaria de prisiones, Tilly Mitchell, que en manos de Patricia Arquette se convierte en uno de los personajes femeninos más originales y chocantes de la década.
Aunque esta producción fue ganadora de un Globo de Oro y nominada a los Premios Emmy 2019, no ha logrado hacerse notar a nivel mediático.
Sin embargo, la trama y las actuaciones poco a poco van haciendo su escalada y dando de que hablar, prometiendo ser una serie que cambiará los paradigmas.
A Very English Scandal

Amazon Prime Video parece estar pisándole los talones a Netflix en cuanto a producciones impresionantes y atractivas al público, es así como llega A Very Englis Scandal.
La primera escena atrapará a todos los espectadores que tendrán muy claro que esta es una de esas miniseries para deleitarse a cada minuto por el gozo estético y por la minuciosidad con que se cosen los conflictos usando los diálogos como hilo de oro.
Tan clásica como Downton Abbey pero con el cinismo en lugar del romanticismo como motor, esta adaptación del aclamado libro de John Preston es una celebración crepuscular del estilo de Stephen Frears y del encanto de Hugh Grant.
El que fuera rey de las comedias románticas aprovecha sus arrugas y su aura de galán añejo para componer un matizado, chispeante e inmoral retrato de Jeremy Thorpe, quien fuera líder del partido liberal británico en los 60-70.
Apartado del poder por el escándalo que da título a la serie, y que no es otra cosa que su relación con un joven atormentado que lo chantajeó durante años, y al que el político trató de asesinar. De fondo, la lucha por erradicar la homosexualidad como un delito.