Por: Sydney Pagliari

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El episodio que dividió al planeta.

No importa lo que yo diga en esta review, ni lo que tú pienses… ya es un hecho: Terminó. Así que supéralo.

Luego de casi 10 años de producción y 9 al aire, basada en la saga (para nada conocida en su momento) literaria de G.R.R. Martin, esta serie llegó para revolucionar el entonces concepto dramático de las series épicas, bélicas y de drama político. Nos cambió la vida, nos dejó pegados al puto tv, al pc, al celular, a la poceta y cualquier otro lugar donde la hayamos visto. Crecimos con ella, lloramos y contuvimos el aliento, perdimos esperanzas y las recobramos.

Razones nos dieron para decir que fue el hito televisivo más grande en la historia de los shows por episodio, un ícono de la cultura pop contemporánea, logrando un standard de calidad similar al formato de cine y haciéndonos encariñar con el mundo fantástico e inhóspito de Westeros, con sus asombrosos personajes llenos de mística y tridimensionalidad y, sobre todo con su historia “impredecible” y poco convencional.

Pero bueno, vayamos al fondo de la sopa que es donde está lo bueno.

Este episodio es el final de la peor temporada del show. No es por ser hater, pero millones de personas (que amamos el show) no nos equivocamos. Y no, NO ES por lo de Deyanira Targaryen y su “súbita” locura, pues eso… estaba casi escrito en piedra, ella estaba condenada desde que nació a hacer y ver el mundo arder. Así que superémoslo juntos, abramos una página de Facebook y un grupo de Whatsapp si quieren y hablemos de ello, pero aquí no. Es por las pésimas decisiones tomadas en producción, la larga extensión de los episodios, cuando era mejor tener más capítulos para desarrollar y cerrar historias, pero los productores se negaron, dando a entender que querían ya deshacerse de GoT e ir a hacer la nueva Trilogía de Star Wars para Disney; y, sobre todo por NO RESPETAR la mística y arcos narrativos de personajes claves que iban más allá de los que “los fans queríamos”.

Deyanira y su despecho no se curaron con vallenato:

El episodio manejó una atmosfera lenta, inerte y sin mayores curvas emocionales desde su comienzo hasta el tercer acto o clímax. Era de esperarse pues, luego del ataque pre menstrual de “Damarys” fundiendo la ciudad, no podíamos sino esperar la calma luego de la tormenta. El simbolismo se hizo sentir con el discurso fascista y totalitarista de esta nena hacia los “Unsullied” (Inmaculados) en su idioma Azteco-Valyrio, con una semántica similar a la del discurso de Hitler en la noche de la quema de libros de Berlín. Desde ese momento, si ya no lo había hecho antes, Daenerys se condenó y coronó a sí misma como la reina absoluta, la tirana demente… y la verdadera enemiga a vencer. Es Game of Thrones.

Este es el detonante de las siguientes acciones que, a MI parecer hicieron de este episodio algo FENOMENAL: ¿Cómo terminas algo que, no tiene bases, debes escribir de cero y que debe vivir a la altura de las expectativas de millones de seguidores? Es difícil. Internet es un troll vivo, una masa amorfa de odio insondable que se mueve en cardúmenes y tiene mentalidad de colmena. Y nosotros hacemos parte de ella… no lo neguemos, NOS GUSTA ODIAR. Nos hace creer inteligentes y populares pero, en el fondo, solo pasamos por esnobistas de quinta sin criterio propio, solo para llamar la atención.

Partiendo de ello, el final fue sublime dentro de lo patéticamente predecible. Daenerys murió, como queríamos pero se quejan de que Arya no le sacó las tripas o la violara Drogon, ¡no me jodan! Escriban ustedes su propia serie. Su partida fue similar a un acto final en una obra de Shakespeare o al desenlace de una tragedia griega, una prosa finalizada con un amor traicionado por el deber y la necesidad del bien común: el del pueblo y el futuro de los 7 reinos. Nadie más podría haberla matado, ya Arya se llevó al Payaso de la Noche con un navajazo (a mi parecer la verdadera decepción de la temporada) ¿qué más quieren? Jon no hizo ni mierda en estos 6 capítulos.

Que Drogon quemara el trono y arrullara a su mamá como Simba a Mufasa fueron escenas icónicas y devastadoras con un absoluto y hermoso PODER VISUAL que demuestra que el nivel técnico alcanzado por GoT costará igualarse, mis respetos al equipo de diseño y animación. Pero el trono o era de ella o de nadie y, más allá de eso, su destrucción representa el final de una “rueda” de poder que solo genera avaricia y más matanzas, justo lo que su mamita dizque quería ¿No? Es Game of Thrones.

Gracias Daenerys, fuiste un maravilloso, pluridimensional y hermoso personaje: Besitos, besitos, chao, chao.

¡Estúpida mi enano, idiota! ¡Con Tyrion NO te metas!

Tyrion impecable como siempre paga sus errores con creces, pierde a su familia, traiciona a su único amigo y casi su vida es cercenada por la Damarys. Él es el causante de la muerte de Deyanira Targaryen al “manipular” a Jon a hacer, por una PUTA VEZ lo correcto: mancharse las manos de sangre… y ser el nuevo Matarreyes.

Otra cosa, ese hijueputa enano es más ágil que yo escalando escombros, parece una cabra. Y… ¿A dónde se fueron todos los escombros que le cayeron a Yeimi y Serxy? A pesar de este error (¡oh sorpresa, un error de continuidad en esta temporada!) no podemos negar que dicha escena tuvo una carga emocional fuerte y causó un cierre silencioso para dos personajes que odiábamos al principio pero que, inevitablemente se ganaron nuestro amor (Si, yo amaba a Serxy, ¿y qué?). Es Game of Thrones.

Tyrion termina donde debe estar, haciendo lo que sabe hacer y eso es un buen final.

Gracias por tanto enano sexy, eres el alma de Game of Thrones: Besitos, besitos, chao, chao.

¿Poder para el pueblo? ¡Cállate y siéntate gorda!

Ahora hablemos de polémica. ¿Entonces según tú, quien debía ser rey/reina?

Sam propone democracia. Un concepto que si ni nosotros en pleno siglo XXI lo entendemos, menos ellos. Si los griegos tardaron 200 años en perfeccionarlo… ¿Por qué siete reinos iban a aceptarlo así como así? Muy lindo gordo, pero siéntate: Besitos, besitos, chao, chao.

A mi NINGUNO me gustaba. Todos tenían motivos para cagarla en ese trono (ya derretido). Y NADIE tenía derecho, unos eran usurpadores, otros indignos. Pero dice el refrán “en el reino de los ciegos, el tuerto es rey”: Bran el Roto –hermoso nombre por cierto, en esta época el hubiéramos dicho el “Maldito lisiado”- es el único con GPS, Wi-Fi de alta velocidad integrado, buen sentido de la ironía, acceso a Wikipedia y rueditas; pero Sonsa Stark tenía que cagarla diciendo “Si, yo te amo pero básicamente no tienes pipí”. Tan linda la hermana mayor ¿no?

En sí, él era la opción menos caótica y el único que en ese momento sabía cómo va a terminar el capítulo así que yo voté por él en la app, y más cuando se lanzó ese one-liner: “¿Porque crees que estoy aquí?”. Quisiera tener ese nivel de seguridad en mi vida.

Gracias Bran, por nada: Besitos, besitos, chao, chao.

Y no digan que Arya o Tyrion eran los correctos. De verdad. Menos Jon, o Brienne, de verdad, razonen. Es Game of Thrones.

¿Ya viste la frase mas famosa de este capítulo?

No me quiero ir señor Stark.

La escena más desgarradora ocurre en el puerto, donde Jon debe abordar su ferry al muro. Su condena: nada de sexo, nada de mujeres, solo con la mano. Le toca pensión y alojamiento de por vida. Nada mal la verdad, (fue en lo único que acerté sobre el final) considerando que es un regicida.

En este momento ocurre la despedida más dolorosa del capítulo: Arya con Jon. Quienes luego de años sin tener contacto o escenas juntos, deben despedirse sin más, sin darse el whatsapp o el instagram.

Es la última vez que vemos a los Stark juntos: Ned, Catelyn, Robb, Dickon y Tony Stark muertos. Estos 4, incluyendo a Jon, son el vestigio de lo que queda del norte, y de la última era de paz, todos destrozados, cambiados y evolucionados a versiones superiores de sí mismos que son el testimonio vivo de las consecuencias que traen las decisiones mal tomadas. Es Game of Thrones.

El deber es la muerte del amor.

La ironía de que Jon haya sido ese supuesto “príncipe prometido”, aquel que pondría fin a la noche y que uniría los siete reinos… pero que en realidad los haría separarse, me encantó. Que haya usado a Aguja, la espada de Arya para matar a Dany, y peor aún: usó el amor que ella sentía por él para acercarse a ella en su momento más vulnerable, abrirle otro ombligo es digno de una novela de Agatha Christie.

Que haya culminado sus días como líder del pueblo libre, guiándolos a tierras inhóspitas en el norte me gustó, no había otro final para él. Es Game of Thrones. Ojala se encuentre otra pelirroja.

Jon Snow, gracias por tus miradas misteriosas, no saber nada y follarte a tu tía: Besitos, besitos, chao, chao.

Baby Kill Bill y la maldición del perla negra.

Si alguien se pelea nuestro corazón como favorita en la serie junto a Tyrion es Arya Stark. Probablemente quien más ha evolucionado y aportado con utilidad al desarrollo de eventos claves en la serie. Obtiene el final que ella desea: el de recorrer el mundo, aprender y explorar, y el que todos queríamos: verla viva, libre y sonriendo.

Gracias Arya, cosa linda, cosa hermosa, girl power por excelencia: Besitos, besitos, chao, chao.

Sonsa Stark, no mereces menos.

Sansa obtuvo lo que merecía, quienes la insultaban y odiaban por su actitud sepan que ella defendía solo el legado de su padre pues al parecer era la UNICA a la que Winterfell le importaba algo, y no iba a permitir que nadie les quitara ese poder a los Stark. Sufrió demasiado y se sostuvo digna y estoica como pocas, es una niña admirable y merece respeto como mujer.

Sansa, gracias por siempre verte linda: Besitos, besitos, chao, chao.

Otros personajes que quizá valieron verga pero merecen mención:

Sam – Ya hablé de él, pidió democracia y salió con las tablas en la cabeza. Ahora es maestre del rey Bran el Maldito Lisiado y disfruta de un empleo con seguro y buen sueldo gracias al socialismo del Nuevo King’s Landing.

Grey Worm – Negro tenías que ser.

Bronn – Maestro de la moneda, Rey del Dominio y otras cosas. ¿No es como que mucho para él? O sea de ser el más cool pasó a ser el más olvidado de todos los personajes.

Yara – Púdrete, te amaba. Vete a tu isla de mierda.

Robin Arryn – ¿En qué momento creció? La teta de su mamá daba buena leche, se puso como Neville Longbottom.

Tormund – ¿Estaba esperando a Jon todo ese tiempo en el muro o qué? Bueno espero haya superado a Brienne y encuentre el amor.

GHOST – En mayúsculas: ¡GHOST! Al fin Jon lo abrazó. Y eso se debía a que el lobo real murió en la vida real y no tenían material para recrearlo. Pero bueno, nos dieron fanservice, ya, relajemos las vaginas.

Mi conclusión:

Con tan poco tiempo para cerrar historias, nadie iba a quedar feliz con sus teorías o especulaciones, a todos nos duele si, pues generamos apego a este universo y queremos sentirnos escuchados y satisfechos. Pero a final de cuentas, es ficción, muchos ni siquiera pagan HBO, y lo piratean, como para exigirle algo a la productora de manera tan descarada. ¿Quieren un final diferente? Hay dos alternativas: esperemos Vientos de Invierno, si es que ese gordo marica lo publica antes de morir, o… escriban su propio final y compártanlo.

  • Bran ya sabía todo, hasta cómo iba a terminar esta review.
  • Que Arya fue quien descubrió américa, y nos habían engañado todo este tiempo.
  • Que King’s Landing ahora va a tener más lugares con acceso para discapacitados.
  • Que es importante la lactancia materna y beber leche de giganta.
  • Que Jaime es un pro matando reyes: intentó matar a Bran desde la primera temporada.
  • Que siempre es bueno esperar a que los síntomas de la menstruación pasen antes de montar a una mujer en un dragón y asediar una ciudad.
  • Que aun no entiendo si fue un final triste o feliz, estoy esperando que salga una pantalla negra que diga: “19 años después”.

Gracias Game of Thrones.

Besitos, besitos, chao, chao.